Manuel Ortuño (ICIQ), Premio RES 2019 al mejor artículo científico

¿Cómo has llegado hasta aquí, cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Estudié Química en la Universidad de Almería y realicé mi PhD en la Universidad Autónoma de Barcelona, con Agustí Lledós y Gregori Ujaque. Hice un Postdoc en la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, con Christopher Cramer. Luego conseguí una beca Juan de la Cierva–Incorporación para volver a España con Núria López, en el Instituto Catalán de Investigación Química (ICIQ). Y ahora continuo en el mismo grupo con una beca Beatriu de Pinós de la Generalitat de Catalunya (AGAUR).

¿Qué le podemos decir a un o una joven que le gustan las ciencias pero no sabe qué estudiar? ¿Qué le decimos para que se vaya hacia Química o cómo motivamos a un joven para que elija carreras científicas?

Es una pregunta complicada. Lo que siempre le digo a ese niño/a es que tiene que mirar a su alrededor y ver todo lo que hay. Aunque no se dé cuenta, detrás de cada elemento de su día a día hay ciencia, ya sea su ropa, su smartphone, sus medicinas, etc. Toda esa tecnología, que él o ella da por supuesto, es fruto del trabajo de un montón de gente. Si quiere contribuir a mejorar la vida de las personas y del planeta, la ciencia es el camino.

¿Ahora cuál es tu objetivo inmediato? ¿Hacia dónde vas?

Me gustaría seguir en investigación científica, en el campo de la química computacional, con el objetivo de simular procesos catalíticos para aplicaciones industriales y demostrar la capacidad que la supercomputación tiene para solventar los problemas de energía de hoy día.

Y ¿qué esperas de la RES? ¿Qué puede hacer la RES por ti?

La RES es crucial en mi investigación, por ejemplo, las simulaciones del artículo no se podrían haber realizado sin sus supercomputadores. Actualmente estamos simulando materiales tan complejos que necesitamos recursos HPC de forma continua. Además, a través a la RES descubrí el programa de movilidad HPC-Europa3, en el cual el BSC también está involucrado. Gracias a esta beca estuve dos meses en la Universidad de Bonn, Alemania, con acceso al centro de supercomputación HLRS de Stuttgart.

Entrevista realizada por: Mary Carmen Bozal